jueves, 27 de agosto de 2015

Navío

Uno puede dirigir su propio barco a cualquier puerto que quiera, aún sin conocer la dirección, sólo deberá prestar atención a aquellos viejos consejos de marinos, buscar la tierra firme por el horizonte y además mirar a su alrededor para ver en que tipo de aguas va ese navío, quizás este en la mitad exacta de las aguas pero habrá que recordar que ningún océano es infinito, que ningún océano es quieto y que sólo se cuenta con dos opciones: o nos movemos por nosotros mismos o el mar lo hará a donde sea que quiera.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Blogger templates