jueves, 26 de mayo de 2016

El ángel del río


Aquella tarde de mayo el río crecía debido a la lluvia y las aguas iban de un lado a otro en un ligero movimiento. Los peces pareciera que salían a saludar a la lluvia para después perderse entre las piedras del fondo.
Una chica del pueblo otra vez se encontraba ahí, sentada bañando sus pies en el río disfrutando su soledad y calmando un poco sus tristes sentimientos que la atormentaban casi a diario, poder estar en el río era su antídoto contra la vida.
Un pecesillo juguetón se acercó a ella para nadar sobre sus pies provocadole una sonrisa.
-La vida puede llegar a ser tan hermosa solo en su sencillez- pensó para si misma mirando al pequeño pez.
Pero de pronto, logró ver por el reflejo del río que detrás de ella se encontraba un muchacho que no parecía ser del pueblo, la estaba observando muy de cerca con una mirada de entera paz.
La chica de inmediato volteo la mirada para encontrarse a distancia con unos ojos azules que la miraban con compasión. El muchacho sobre la roca, que se encontraba a un lado del río, disfrutaba la lluvia caer sobre su rubio cabello y sonreía al ver a los peces nadar de un lado a otro.
-No estés triste, la vida, si la ves como estos peces la ven, sería más fácil de disfrutar puesto que lo complejo se vuelve sencillo y los momentos inesperados son los más alegres y divertidos- dijo el chico con una voz de total calma.
-¿Quién eres?- preguntó la chica
-No tengo un nombre así que puedes llamarme como más te guste-
-¿Qué haces aquí y porque estás conmigo?-
-Este río es mi lugar favorito para estar. Te he estado observando y he querido conocerte, tengo la impresión de que necesitas un poco de alegría-
-Eso es imposible, dado que la tristeza me invade nadie puede ayudarme...-
-¿Te estas rindiendo? Ni siquiera haz comenzado-
-Yo...lo siento-
El chico bajó de la roca y se acercó a ella. En un parpadeo de ojos el tenía en su mano un ramo de flores que se las tendió a la chica. La chica sin comprender que había pasado las acepto temerosa.
La lluvia comenzó a disminuir y el chico se disculpó y en seguida dijo que tenia que retirarse pero le dijo que viniera al día siguiente a la misma hora pues el la estaría esperando.
Y asi fue, ese y los días siguientes se veían en el río a la misma hora. El siempre hacia algo para verla sonreír en las tardes de lluvia  y poco a poco le enseñaba las cosas buenas de la vida pero cuando la lluvia disminuía se retiraba dejando a la chica sola    y confundida.
Con el pasar de los días las miradas que compartían comenzaban a tener una chispa de amor y al tocar sus manos un escalofrío recorría sus cuerpos.
La temporada de lluvia estaba pasando y al darse cuenta de ello notó que el chico se iba más temprano e incluso algunas veces, cuando no llovía, el chico no aprecia.
Cierto día ella decidió contarle sus sentimientos y preguntarle porque solo se encontraba con ella cuando la lluvia caía.
Pero su sorpresa fue mayor al sentir esta vez un abrazo por la espalda y una respiración cálida y en un susurró le dijo algo que hizo un el corazón se le fuera al estómago.
-hoy será el último día que tengo permiso para verte-
-Pero espera,  aún tengo algo que decirte...-dijo ella- Necesito que me digas quién eres y porque solo viernes cuando hay lluvia.
-Yo, soy el ángel del río, soy tu ángel.- le dijo esto para luego explicarle con detalle quidn era y su mision que era hacerls feliz
-Dios me da permiso de materializarme con la lluvia pero cuando está pasa mi cuerpo se desvanece y vuelvo a ser invisible para ti. He roto una regla de Dios por lo que está es última vez que tengo permiso de verte pero antes de irme quiero que conserves tu felicidad todos los días y quiero que sepas que siempre que vengas aquí, estarás a mi lado.- dijo aún abrazándola
-pero...pero ¿Qué regla rompiste? Yo tengo que decirte que te...-y en ese momento fue interrumpida por el ángel.
-enamorarme-dijo tomando su mano- Adiós y gracias- dijo esto desapareciendo al igual que la lluvia.
La chica comenzó a llorar, no podía estar sucediendo esto, ella se había enamorado ¿de un ángel? Quería estar siempre con el, intento hablarle pero nadie contestaba y justo cuando miro hacia arriba vio un precioso arcoiris bien marcado que le daba esperanza. Esperanza de volver a verlo algún día y esperanza de no fallarle a lo que le había pedido.
Sonrió entonces. Sería feliz a partir de el día que lo conoció y seguiría estando lo sólo por el.

1 comentario:

  1. Es un cuento hermosísimo. Justo lo
    que nesesitaba en este momento ojalá le sirviera a otras personas como yo que padecen bipolaridad y les de felicidad como me la dio a mí. Laura vas a ser una excelente escritora no te pierdas en el camino de la vida y del amor. Besos

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